domingo, 21 de agosto de 2011

COCIENDO ALUMINIO


INTEGRANTES:
MOASIR VICTOR CADIMA CORDOVA
VICTOR HUGO GASPAR MAMANI
RICHARD MENDOZA CANTUTA

COMENTARIO:

El aluminio es un metal liviano y un buen conductor de calor y electricidad,
es por eso que mi grupo investigo sobre la fabricación de carrocerías que están hechos de este material.
podemos mencionar que AUDI empezó a sacar automóviles con carrocerías de aluminio en 1994 y para su fabricación se tubo también que fabricar herramientas de corte para que el aluminio no se llegue a deñar ya que una perdida en viruta del aluminio era una perdía millonaria y a su vez también perdida de tiempo que para una fabricación es una perdida muy costosa.
por tanto podremos mencionar una breve esplicacion sobre como se hace una reparación con estas herramienta esperemos sea de su agrado hasta la próxima publicación:

http://www.revistacesvimap.com/revista40/carroceria40.htm

COCIENDO ALUMINIO

La introducción, por parte de ciertos constructores, de piezas de aluminio en las carrocerías 
obliga al taller a adaptarse a nuevos sistemas, herramientas y métodos de sustitución y 
reparación específicos.
La imposibilidad de reproducir en el taller reparador los sistemas de unión originales de las carrocerías de aluminio, así como las características de este material, su alta conductividad eléctrica o su capacidad para conducir el calor, limitan, en gran medida, los métodos y sistemas utilizados en los procesos de sustitución de piezas.


Remaches macizos y ciegos. Los remaches macizos se colocan con la ayuda de una remachadora de pinza, con lo que su uso está restringido a aquellas zonas en las que esta herramienta tenga acceso, como ocurre en los marcos de puerta. Su longitud depende del espesor y del número de piezas a unir. 
Los remaches ciegos, por su parte, son similares a los tradicionales de clavo y son, por lo general, de aluminio. Se utilizan en aquellas zonas de la carrocería, donde por razones de accesibilidad, resulta imposible el uso de los remaches macizos.

Los adhesivos estructurales, junto al uso de remaches, son los materiales más usados en el taller de reparación en este tipo de operaciones. Tienen que ser de baja conductividad eléctrica para evitar la aparición de procesos de corrosión galvánica.

Remachadoras. Se trata, tal vez, de la herramienta más empleada en los procesos de sustitución y funciona mediante aire comprimido, y, generalmente, se utilizan dos tipos:
La remachadora de pinza, empleada para la colocación de los remaches macizos y que presenta, como única limitación, la accesibilidad de las piezas. Este útil está provisto de diferentes cabezales, usados para otras operaciones como la eliminación de los remaches e incluso la realización de los avellanados.
La remachadora para remaches ciegos es similar, en su funcionamiento, a las tradicionales de remaches de clavo.

Tornillos prisioneros. Suministrados normalmente junto con la remachadora de pinza, se presentan con diferentes diámetros, siendo utilizados para la presentación de las piezas sustituidas, haciendo las veces de remaches provisionales.

Elementos de corte y desgrapado. Las características mecánicas del aluminio y su tendencia a embazarse obligan al uso de herramientas de corte y desgrapado específicas: hojas de sierra con un paso entre dientes mayor que las usadas en el acero o brocas con un paso de hélice mayor. De la misma forma, es conveniente lubrificar las hojas de sierra y los discos de lijado con la ayuda de un jabón par afinado.


Método de sustitución
La tendencia del aluminio a agrietarse por compresión impide la realización de un solape como los realizados en los procesos de sustitución de piezas de chapa de acero. El método de sustitución es, en gran medida, novedoso y se efectúa de la siguiente forma.

Desgrapado de las piezas.
El proceso de sustitución comienza con el desgrapado del recambio. Para ello, se utiliza la remachadora de pinza, provista de los cabezales adecuados. Para no dañar la carrocería, resulta fundamental regular correctamente la distancia entre los cabezales de forma que, una vez cerrado el útil remachador, esta distancia sea equivalente al espesor de las chapas a retirar. En cualquier caso, el remache a quitar debe quedar en la pieza afectada. Si esto no ocurriese así, significaría que se ha regulado mal el útil.

Preparación de la pieza de recambio y de las contrachapas.
La preparación del recambio comienza con la presentación de la pieza sobre la carrocería para marcar la línea de corte del recambio. Esta línea de corte debe realizarse dejando un exceso de material de unos cinco centímetros de longitud. Este exceso de material servirá, posteriormente, para realizar las contrachapas, que se empleará como elemento de unión entre la carrocería y la pieza nueva.
Una vez cortadas las contrachapas, se colocan sobre la carrocería, con la ayuda de mordazas de presión, realizando, en un primer momento, unos taladros de 2,5 mm de diámetro y presentándolas con los correspondientes tornillos prisioneros. A continuación, se coloca el recambio, realizando los correspondientes taladros de aproximación para, con la ayuda de los tornillos prisioneros, comprobar el posicionamiento de la pieza con el resto de la carrocería.

Sustitución de la pieza.
Se deben realizar los taladros definitivos sobre la pieza a sustituir y sobre las contrachapas. Las dimensiones de estos taladros dependerán de los remaches a colocar, unos 4 mm, en el caso de los remaches macizos y unos 5 mm en los remaches ciegos. El chapista no debe olvidar avellanar los taladros con la ayuda de una broca provista de un ángulo de corte de 100º. Este avellanado se puede realizar siempre que el acceso a la zona lo permita, con la ayuda del útil remachador de pinza, provisto de los cabezales adecuados.
Las piezas se preparan para la posterior aplicación del adhesivo. Es fundamental dotar al aluminio del poder adherente necesario para conseguir la fijación de las piezas, bien mediante la aplicación de una imprimación específica, o bien con la elaboración, sobre las superficies a unir, de una rugosidad por medio de lijado.
El adhesivo se debe aplicar en forma de cordón de unos 3 mm de espesor, procurando que pase por el centro de los taladros, que, posteriormente, serán ocupados por los remaches.
Finalmente, se aplicarán los remaches.

Operaciones de acabado
Se deben esmerilar las cabezas de los remaches ciegos, dejándolos al ras de las piezas que unen. De esta forma, las piezas quedan preparadas para la realización del acabado final, mediante la masilla correspondiente.
La masilla aplicada estará formada por cargas de aluminio o plásticas. El acabado final se efectuará con la ayuda de una lijadora excéntrico-rotativa provista de un grano fino P80 ó P100. La pieza queda, de esta forma, preparada para recibir el proceso final de pintado.

algunas herramientas hechas para corte de aluminio







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